domingo, 30 de enero de 2011

SEXO SIN TABÚ: Tres o más almohadas en una cama



Quienes practican el poliamor aseguran que las relaciones entre varias personas,
con previo conocimiento de todos, suelen ser más maduras.


Una nueva tendencia sale
de la clandestinidad


Cuando Vicky, Cristina y María Elena se ven envueltas en su conflictiva aventura con el pintor Juan Antonio, bajo los influjos de una Barcelona radiante y seductora, de alguna manera reflejan la nueva tendencia sexual que en los últimos años ha venido ganando adeptos en Estados Unidos, Canadá y Alemania, y que en nada se parece a las peligrosas orgías ni a los clásicos ménage à trois.

Desde luego, en este caso era un filme. La comedia de Woody Allen que muchos críticos recibieron con bostezos, pero que los seguidores del poliamor vieron con entusiasmo porque reivindicaba una nueva fórmula para abordar la relación amorosa, y que a su juicio resulta más honesta, duradera y garantiza la desaparición de los celos.

Aunque sus ejecutantes lo denominan “el nuevo romanticismo”, el poliamor es casi una filosofía de vida que requiere, según los expertos, hasta tres veces más comunicación que la necesaria en la pareja monógama y el doble de la confianza existente en un matrimonio, dado que bajo este tipo de relación la intimidad es compartida con más de una persona.

Entren que caben diez:

“Hablamos de una relación sentimental con varias personas, lo que no significa que todos tengan sexo, pero sí un compromiso de convivencia”, aclara Mariluz Jaramillo, socióloga colombiana que estudia el fenómeno del extraño vínculo “de la no pareja”. Pese a que conoce en su país de dos o tres casos de poliamor, Jaramillo observa la dificultad de que prospere en Latinoamérica, debido al obstáculo que representa para nuestra cultura la noción de “poner cuernos con permiso”.

En el poliamor se mantiene una relación comprometida entre varios integrantes.

La Polyamory Society, organización con sede en Washington, afirma que se trata de una filosofía y práctica ética, no posesiva, honesta y responsable, “que asegura la elección consciente de cuantas parejas uno desee, en lugar de aceptar normas sociales que obligan a amar a una sola persona por vez”.

Aunque admite que es una práctica poco conocida, Polyamory Society refiere que Google registra 776.000 referencias con la palabra polyamory y más de 30.000 en español (poliamor). Otro dato: en Facebook hay 146 grupos con esta denominación.

El caso de Alfredo y Zuly es distinto: están de regreso. Estos caraqueños se conocieron en una comuna poliamorosa en San Francisco a comienzos de los ochenta y optaron por seguir como pareja. Pero defienden su cultura: los poliamorosos son parte de una nueva tendencia de amar. Al considerarse capaces de tener más de una relación sexual simultánea con pleno consentimiento y conocimiento de otros, “se adquiere un sentido de la vida más tolerante y democrático”.

Para evitar malentendidos, aclaran la diferencia de su tendencia con la poligamia, el matrimonio abierto, los swingers y el ménage à trois. La poligamia es el “derecho” exclusivo por lo general de un hombre con varias mujeres. En el swinging y otras formas de relación sexual múltiple tienen como principal objetivo el placer sexual.

Con o sin derecho a sexo:

Como no se trata de una comuna hippie de los sesenta, los adeptos del poliamor se ven obligados a poner asteriscos a su unión. Pueden tener su relación primaria, es decir, vivir como pareja o estar casados, y tener relaciones secundarias.

“Puede que la pareja primaria esté enterada de la existencia de las otras personas, e incluso puede hasta llegar a convivir con ellas en la misma casa”.

Algunas veces, los secundarios deben entender que no siempre serán satisfechos en el plano sexual. De modo que su papel puede estar delimitado por ciertas reglas diseñadas para proteger la seguridad de la relación primaria del otro.

Con ello queda claro que el interés principal de su relación múltiple no es el sexo sino el amor. De allí que defienden valores como honestidad, fidelidad y respeto, para cuando alguno diga “no”.

Son más abiertos en cuanto al sexo; entienden que una persona puede estar enamorada de una y, a la vez, interesarse sexualmente por otra.

Respetan su deseo más íntimo y se lo hacen saber a sus otros amores. Aquí los celos no entran. La fidelidad para los poliamorosos es un valor importante, pues a pesar del libre albedrío sobre el número de relaciones simultáneas, hay casos en los cuales los involucrados se deben fidelidad, lo que se conoce como polifidelidad. La comunicación es el único y mejor medio para la toma de decisiones.

Si viven bajo el mismo techo, los une el sentimiento y cuidado mutuo y procuran una estrecha relación. Dentro de este estilo de vida existen también las polifamilias, la unión de poliamorosos para un bien común, y hasta procrear hijos bajo ese mismo esquema.

Los quehaceres domésticos, el cuidado de niños, los gastos y compromisos son adquiridos por todos, y forman una especie de comunidad de apoyo. Otro detalle: los celos.

Como se trata de una expresión humana, es verbalizada para establecer parámetros que permitan a los participantes seguir amando sin sentimientos de posesión o exclusividad.


Por: ELIZABETH ARAUJO
Salud Sexo
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Nombre:
Ricardo Diaz
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Circuitos de Alta Frecuencia
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Tercer Parcial 2010-3

SEXO SIN TABÚ: Hacer el amor con sida



Hay mayor cantidad de virus en el semen de un hombre infectado que en
los fluidos vaginales de una mujer con VIH

El condón vaginal garantiza el
coito con personas con VIH


Gisela sabe cuidarse a la hora del sexo con Carlos. No fue fácil disfrutar ese breve instante de felicidad. Tras una angustiante sesión de ambos con el terapeuta, la pareja accedió a mantener relaciones, a pesar de que esta mujer, de 36 años de edad y con hijos, forma parte de los 167.000 venezolanos tocados por el virus de inmunodeficiencia adquirida.

“No es fácil que alguien, por más que te ame, acepte hacerte el amor a sabiendas de que estás marcada por una enfermedad altamente contagiosa”, explica la trujillana, que acude con regularidad a la Maternidad Concepción Palacios para recibir los antirretrovirales que les aseguran una existencia plena, a la que tiene derecho.

Vidas compartidas:

La de Gisela y Carlos es una historia de amor sedimentada sobre un cruel destino. Tras una relación matrimonial anterior, que abandonó porque mediaban las golpizas y los maltratos, ella decide rehacer su vida en pareja con Carlos, aquí en Caracas. Como tantas parejas que se levantan en medio de las penurias, tratan de sobreponerse a los problemas económicos, hasta que en 2007, luego de un año de estar juntos, Gisela queda embarazada y acude a la Maternidad Concepción Palacios, donde le hacen todas las pruebas para saber cómo evoluciona su organismo y cómo está el niño.

“Cuál es mi sorpresa cuando me hacen la prueba Elisa y me diagnostican sida. ¡Dios mío! Estoy infectada de VIH; pero, además, tenía sífilis y hepatitis B. Los médicos veían que no estaba bien. Lloré, lloré, lloré desconsolada, y me preguntaba por qué a mí, después de haber estabilizado mi unión con Carlos, un hombre tan bueno”.

Gisela confiesa que cuando se entera de que tiene sida, una de las cosas que no podía comprender era por qué a ella, mujer, cuando daba por sabido que el VIH sólo contagiaba a los homosexuales, a las trabajadoras sexuales y mujeres promiscuas.

El drama alcanza el punto más crítico cuando Carlos se somete a la prueba y no resulta seropositivo. Gisela vio encima una catástrofe: “¿Si no fue él, quién me había contaminado a mí?”.

“Carlos, que hasta ese momento era bello conmigo y teníamos relaciones sexuales normales, no quiso hacerlo más, ni siquiera con protección. Se descontroló, realmente no supo reaccionar a la noticia”, recuerda Gisela. Hasta que tras unos meses, con la ayuda de psicólogos que los trataron en la maternidad, Carlos franqueó la puerta del miedo y aceptó el desafío de prolongar su amor a Gisela en la cama.

Salvo una prohibición: cero sexo oral, cero sexo anal

Salvado por el condón. Se sabe que el segundo impacto que golpea a la persona a la que el médico le acaba de revelar que es portadora de sida es la imposibilidad de consumar el sexo. La primera, obviamente, es que con la noticia de que padece de VIH surge la idea de la cercanía de la muerte. La tercera: la pérdida de su mundo social.

Si hay un elemento simbólico que soporte con extraordinaria lucidez la valentía de los pacientes de sida es el deseo de sobrellevar sus vidas, como cualquier persona que espera en la acera a que pase el autobús. Gisela no se rinde, y cuando el deseo, que permanece intacto aun con sus quebrantos, le exige acostarse con Carlos, acude al condón vaginal, funda de poliuretano que le brinda más control en protegerse a sí misma y a su pareja.

El poliuretano no presenta efectos secundarios ni es afectado por cambios de temperatura, además de ser más fuerte que el látex. El condón vaginal es más amplio que el de los hombres y tiene dos anillos: uno abierto y otro cerrado.

El condón femenino protege más contra ETS porque cubre gran parte de los genitales femeninos y la base del pene.

Gisela y Carlos luchan con optimismo contra la tragedia, a sabiendas de que no resulta cómodo explicar a familiares y amigos que uno de los dos porta el virus que ha matado en el planeta a más personas que una guerra.

“Yo me pongo mi condón vaginal y lo hacemos tal y como nos lo enseñaron, y hoy en día hacemos el amor muy bien.

Tengo dos hijos, uno del primer compañero que me golpeaba y ahora este bebé hermoso de él, que tiene dos años y es una bendición de Dios”, dice Gisela, en un breve intento por mostrarse feliz. Recuerda: “Lamentablemente tengo sida, pero soy una mujer de pocos recursos y por lo tanto en la Maternidad Concepción Palacios me suministran los antirretrovirales. Ya disminuí mi sífilis y se me quitó la hepatitis B”.

Diana Irazábal, perteneciente a la ONG Red de Mujeres en positivo, explica que en las relaciones sexuales, el virus del VIH se transmite de hombre a mujer mucho más fácilmente que de mujer a hombre porque hay mayor cantidad de virus en el semen de un hombre infectado que en los fluidos vaginales de una mujer con VIH. En la mujer, el tejido de la vagina y el recto es mucho más vulnerable a contraer infecciones que el tejido que cubre el pene. De manera que durante el coito, la vagina mantiene un contacto extendido con los fluidos seminales, lo que conlleva a más oportunidad de infección. “Tener sida no es una lucha, es un revivir”, enfatiza Diana quien carga encima su VIH




Por: ELIZABETH ARAUJO
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Ricardo Diaz
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Tercer Parcial 2010-3

SEXO SIN TABÚ: Los kilos de más no impiden el placer

La autoestima y la calidad de la
relación de pareja son determinantes

Los problemas pueden ocurrir cuando la persona sufre de síndrome de ansiedad social, que la hace aislarse.

Alfredo deja caer sus 120 kilos en el asiento, y la camioneta se bambolea por un instante hasta recuperar la estabilidad cuando Aída, la hermosa mujer que podría servir de modelo a Fernando Botero, abre la otra puerta e ingresa, no sin dificultad, al vehículo de su esposo.

Profesionales, de 37 años de edad, ambos comparten, además de dos hijos y un pequeño comercio familiar, el matrimonio que han sabido llevar sin traiciones ni arrepentimientos.

No es, a decir verdad, un melodrama. Cuando Cupido los flechó hace 16 años vestían ropa talla 32. Hoy con 30 kilos de más, Alfredo y Aída disfrutan sin complejo su intimidad, sin evitar seguramente el estremecimiento de la cama en sus feroces encuentros sexuales.

Por unos kilos de más. “El sobrepeso no es, ni mucho menos, obstáculo para que una persona pueda sentir y gozar plenamente su sexualidad”, subraya Ilvan Pérez, médico nutricionista, al aclarar que son otros los asuntos que deben afrontar quienes aparecen señalados como pacientes obesos. Pero, ¿es la gordura, como se dice comúnmente, un impedimento para tener derecho al buen sexo? “No”, responde tajante Rubén Hernández, y lo explica: el goce viene dado por un componente psicológico fundamental y por el ambiente que rodea a la pareja. “Hace dos años se trató ese tema en un simposio y se ratificó que el placer sexual obedece a fenómenos multifactoriales, entre los que lo más importante es el contacto con la experiencia erótica. No es lo mismo hacer el amor en Los Roques que en un hotel en el centro de Caracas”.

Hernández recuerda que la sociedad occidental propicia una suerte de “tiranía” por la figura. Para no ir tan lejos, habla del éxito de la telenovela La mujer perfecta, que en su opinión no solamente está enfocada en los complejos señalados, sino en la motivación de cuidar la salud y lograr un equilibrio con lo que se siente y piensa.

“La psicología de la persona con sobrepeso merece un libro dedicado al tema y estudios científicos que logren una persona armónica y feliz”, indica el sexólogo. Refiere que en la mayor parte del choque entre obesidad y sexo ocurre un síndrome de ansiedad social que aísla a la persona: no sale nunca, no se divierte ni busca amistades y rechaza toda actividad social.

El pecado de la carne. Nadie duda de que los gordos poseen también su atractivo sexual.

Aun cuando algunos aseguran que el exceso de peso supone un problema de autoestima, para los asiduos del Club SG (Sólo Gordos), que hasta junio operó en la conocida “calle de los hoteles”, vía Bello Monte, la anastimafilia (excitación por obesos) genera un alto voltaje sexual. Es como si se acostaran con un Brad Pitt o una Megan Fox.

Una comedia reciente, City Island, de Raymond De Felitta, que protagonizan Andy García y Julianna Margulies, narra las peripecias de un chico al que le atraen sexualmente las obesas.

Luis Camacaro, quien estuvo al frente de ese “burdel a lo Botero” lamenta haber cerrado las puertas del club privado que registraba un promedio de 90 visitas diarias. “Una orden ilegal y pacata de un funcionario de este Gobierno le expropió el placer a los amantes de las rellenitas”, se queja entre sorna y rabia.

El empresario relata anécdotas impublicables que niegan la teoría de los sentimientos negativos que sienten hacia sí mismas las personas gordas, y de cómo una mujer de 110 kilos puede volver loco a un hombre que ha estado casado con una modelo, por ejemplo.

Pero, más allá de la condición de problema endémico que representa la obesidad, Rubén Hernández observa algunas “ventajas” del gordito o gordita: es más simpático, elocuente, explosivo, tiene más sentido del humor, ríe con más facilidad y tienden a la bipolaridad.

Las dificultades en el área sexual tienen que ver con la mecánica del acto, para lo cual la terapia tiene sus técnicas específicas. “Pero, dejémoslo claro: los obesos también disfrutan del sexo, y depende mucho su nivel de felicidad de su autoestima, personalidad y de la calidad de relación con su pareja”, afirma.


Por: ELIZABETH ARAUJO
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Tercer Parcial 2010-3

Tabú....Mascotas Extremas

¿Qué es esta obsesión que tenemos con las mascotas? No satisfechos con perros y gatos, algunos crían en sus casas especies cada vez más peligrosas. ¿Podrían dormir usted y sus hijos en una casa junto a cincuenta pitones? ¿Puede un mono reemplazar a un hijo? Este episodio de Tabú explora el peligroso y a veces tenebroso mundo de la gente y sus mascotas















Por Hans Graf

Tarántulas, culebras, camaleones, conejos, cochinos tailandeses, iguanas, gekos, leones o incluso escorpiones no son precisamente las mascotas más comunes, pero cuentan con sus seguidores pese a las múltiples implicaciones que amerita tener a uno de estos ejemplares como incondicional amigo. Es una cuestión de gustos y de valor, aunque hay ciertas especies que acarrean limitaciones y no todas son, por su naturaleza salvaje, aptas para semejantes caprichos. Tenga, eso sí, la mejor disposición para aprender, ya que estos animales son en extremo complejos.

Hay que pensarlo bien antes de darle el sí a cualquiera de estas “mascotas extremas”; no sólo por el cuidado y atención que requieren, sino incluso por la duda que existe en cuanto a si son o no aptas para ser consideradas como mascotas en el sentido tradicional. Eso sí: nunca deje que la moda se convierta en el principal motivo para darle casa y cobijo a uno de estos peculiares animalitos.

Entre las tendencias más recientes por este tipo de compañeros sobresale la culebra. Ese misterioso y temido animal evoca mil sentimientos y forma parte de esa galería de mascotas X. Lo primero que se debe considerar es que no todas se pueden criar en cautiverio y requieren, por su mecanismo de control de temperatura, hábitos y naturaleza salvaje, mucha atención. También hay que tomar en cuenta que estas son, en su gran mayoría, carnívoras, y van a requerir ciertos tipos de alimentos que deben ser suministrados vivos. ¿Está usted listo para ver a un ratoncito convertirse en almuerzo? Obviamente hay que alejarse de especies venenosas, las cuales hacen bien quedándose en la selva o en los serpentarios en manos de especialistas. Las que usualmente se tienen en casa son las culebras y la boas constrictor, aunque éstas siempre terminan siendo un problema por el espacio que ocupan eventualmente. Tener una animal de estos implica un alto grado de responsabilidad en su cuido. El terrario en el cual se conserven debe contar con buena iluminación, espacio vegetal, suficiente agua y humedad, así como escondites y recovecos de rocas para que descansen.

Se toca con los ojos…se mira con las manos

Así como la contemplación en los acuarios resulta ideal, disfrutar de lagartos, arañas y escorpiones constituye una variante interesante. Mucho cuidado, eso sí, con pensar que son mascotas manejables. De hecho, a quienes desean iniciarse con estos ejemplares, es aconsejable asesorarse con un experto en el tema.

En el caso de los lagartos, hay que considerar su temperamento. Los gekos son amigables, pasivos y permanecen más tiempo expuestos a la luz. Los Basiliscos son agresivos por naturaleza y la contemplación, salvo casos excepcionales, es la mejor forma de acercarse a ellos. Acariciarlos es un riesgo que sólo los más osados pueden abordar. Si su predilección es un camaleón, es importante que se considere bien el espacio para tenerlo. Luz, alimentación fresca y constante son las reglas de oro que aplican. Tocarlos en exceso ayuda a domesticarlos, pero también genera ansiedad y nerviosismo. Es importante, al momento de elegir una de estas especies, que esta no esté en el catálogo de ejemplares prohibidos para su explotación de Cites (Convenio sobre el Comercio Internacional de Especies de Fauna y Flora Salvaje Amenazadas). Esto aplica para cualquier animal considerado exótico, así que sea usted ecológicamente responsable.

Las arañas son otro clásico de las mascotas X. Las tarántulas rodilla roja son las más apreciadas por su carácter dócil. Esta especie, sin embargo, forma parte de la lista de animales en peligro de extinción, por lo cual su comercialización es ilegal y se recomienda no tenerlas en casa. Si se tiene una producto de las crías en cautiverio, lo recomendable es dejarlas vivir en su terrario, no interrumpir sus ciclos de vida y simplemente disfrutar desde fuera las maravillas que pueda ofrecer.

Otra especie de “mírame pero no me toques” es el escorpión. La mayoría son letales. Si decide ir por este camino, tenga su terrario en condiciones de luz y humedad óptimas, deje espacio para que circule el aire. La alimentación no es un problema. Tampoco requiere cuidados especiales; solamente sea precavido. Si no lo ve en el terrario, ¡comience a buscar y no se detenga hasta encontrarlo!

Es importante pensar, cuando se decide tener una especie salvaje en cautiverio, que estas nunca dejan sus instintos de lado. Los monos, conejos, arañas, los simpáticos cochinos tailandeses o los leones son animales cuya domesticación es en extremo compleja, cuando no imposible. De lograrse, no hay garantías contra el instinto. Si decide tener una Mascota X, asuma la tarea con criterio, con responsabilidad y documéntese bien. Y recuerde revisar siempre su almohada antes de acostarse a dormir.

Un opción de lujo Ranas saltarinas

Aunque pocos se atrevan a acariciarlas, las ranas son una de las especies exóticas que puede ofrecer mayor disfrute para quienes han decidido que sus mejores amigos no sean ni perros ni gatos. Su singular belleza, así como lo interesante de su comportamiento, permiten a sus dueños disfrutar al máximo de esta especie.

Son cómodas, no requieren paseos y si se logra reproducir un hábitat con pleno equilibrio, quedará impresionado por lo maravilloso que resulta su mundo y lo entretenido que puede ser su comportamiento.

De piel suave y húmeda, requieren agua en sus terrarios. No les gusta mucho que las acaricien e incluso hay especies que pueden causar irritaciones cutáneas.

La alimentación debe ser con animales vivos. Esto no solamente es interesante de observar, sino que forma parte de su naturaleza alimenticia. Aunque los insectos que ellas coman deben estar vivos, también sabrán aprovechar alimentos preparados.

Tips para el Terrario Hogar perfecto

Es imprescindible instalar un filtro para los olores y un filtro de agua que permita mantener limpia la base del terrario.

La parte superior debe tener entrada de aire fresco.

El tamaño del terrario (que debe incluir agua para preservar la humedad) dependerá del tipo de animal y la cantidad de ejemplares que desee tener. Recuerde mantener una parte seca y otra con agua.

Los anfibios, por ejemplo, generan mucho sucio, así que si eligió las ranas o lagartos como sus mascotas X, tendrá que plantear una limpieza general al menos una vez al mes.

Coloque abundante vegetación, troncos y rocas que les permitan tener espacios en los cuales ocultarse de vez en cuando.

La iluminación puede ser artificial, pero se debe cuidar que la lámpara no genere calor. Es preferible el neón o lámparas especiales. La luz natural le sentará de maravilla, aunque nunca debe ser directa.


Como Afecta el Tabú de la Desnudez en la Sexualidad


La desnudez es en nuestra cultura un atiguo tabú que poco a poco se ha ido perdiendo, pero que aún se mantiene en nuestra psique.

Prueba de que la desnudez se conviertió en un tabú, es que por siglos las esculturas como el David de Miguel Ángel que eran desnudos, se encontraban cubiertas en sus genitales.

La existencia de este tabú que muchos de nosotros arrastramos afecta nuestro comportamiento social y nuestro desempeño sexual. Por ejemplo, si el tabú es parte de nuestra mentalidad difícilmente podremos apreciar una obra de teatro donde haya desnudos y siempre lo relacionaremos con pornografía, cuando en realidad no hay nada más lejano.

Por otra parte, es muy posible que en nuestra vida sexual no podamos desenvolvernos con toda libertad y que incluso no logremos obtener verdadero placer debido a este tabú que hace que nos sintamos realmente incómodas o con vergüenza a la hora de exponer nuestro cuerpo.

Es por eso que es fundamental aceptar el cuerpo que tenemos y cuidarlo, darle lo que se merece y no escudarnos en él, para proteger y ocultar otros miedos. Es simplemente ser un poco más libre.

Lo primero es comprender que nuestro cuerpo encierra es una verdadera obra de arte y que no hay por qué inhibirse o acomplejarse. Eso sí, debes olvidarte de esa modelo que viste en ropa interior y que es la mitad de tí misma.

Las mujeres comunes no deben regirse por cánones que simplemente no calzan ni con su estilo de vida ni con el gusto de los hombres que ellas frecuentan. La felicidad no está en ser perfecta sino en sentirse bien.

En este episodio de Tabú se examina la razón por la cual algunos rituales son tan importantes para un país, una tribu o un grupo... y por qué esos rituales son tabú para los demás. La serie está filmada en alta definición en seis continentes. Es un viaje a lo prohibido que plantea la pregunta: ¿qué es tabú para usted?

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Ricardo Diaz
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Tercer Parcial 2010-3

La tanatopraxia: un oficio desconocido y, muchas veces, tabú


Asdrúbal Sepúlveda enseña el título de tanatopractor,
una profesión con pocos titulados en Lugo

Dar una apariencia natural al cadáver es el día a día de los pocos titulados de Lugo

La tanatopraxia, el arte de preparar a los muertos, es un oficio tan cotidiano como los entierros y, sin embargo, desconocido y tabú. Comprende el conjunto de prácticas que se realizan sobre el cadáver, con el objetivo de higienizarlo, embalsamarlo, o reconstruirlo cuando ha quedado deteriorado por una muerte violenta. Pero el día a día del tanatopractor, como se conoce a quien ejerce esta profesión a caballo entre la medicina forense, la psicología y la estética, consiste en aportar al cadáver buena presencia, una apariencia natural y tranquila y facilitar su conservación durante las 24 o 48 horas que suelen transcurrir desde el fallecimiento hasta el funeral.

«Intentamos sacar al difunto el color de la muerte y dejarlo como si estuviera durmiendo. Esto reconforta mucho a los familiares porque es la imagen con la que se quedan del ser querido. Si lo ven bien, el sufrimiento es menor», explica Asdrúbal Humberto Sepúlveda Delgiudice, propietario de la Funeraria Alba en Becerreá.

Este tanatopractor natural de Santo Domingo destaca que los aspectos psicológicos son fundamentales en el desempeño de la tanatopraxia, una profesión de la que se declara enamorado. «Son momentos muy duros para los familiares que requieren tacto y discreción. La gente agradece y valora no sólo los aspectos técnicos sino también el trato que les das».

Humberto Sepúlveda llegó a España hace doce años y se ha adaptado perfectamente a la cultura funeraria del rural gallego en la que no encuentra mayores diferencias con la de su país natal. «La incineración no se demanda. A la gente le gusta saber que su ser querido está ahí y que puedes llevarle flores. Parece que no pierdes a esa persona del todo».

Estudios universitarios

Sepúlveda es uno de los pocos tanatopractores titulados que existen en la provincia. «Creo que somos cuatro», señala. Se formó en la Universidad de Medicina de Salamanca donde cursó un amplio abanico de asignaturas como Acondicionamiento y conservación de cadáveres, Histología y Anatomía Patológica, Medicina Legal y Forense, Psicología y Ciencias Humanas de la Muerte, Legislación funeraria, o Tanatoestética.

Funeraria Alba comercializa la tanatopraxia dentro del conjunto de servicios, con la filosofía de ofrecer «calidad, buen trato y precios ajustados», afirma. El día a día de Humberto Sepúlveda como tanatopractor es sobre todo un arte que podría compararse con el de un maquillador.

Tras inyectar un líquido conservante al cadáver, Sepúlveda comienza a arreglar estéticamente el cadáver. La primera tarea es devolverle su color natural a través del maquillaje. «Si la cara tiene un tono morado, lo que sucede por ejemplo en las por desgracia asiduas muertes por aplastamiento por tractor, aplicamos una prebase rosa; y sobre una tez amarilla, prebase violeta», revela Humberto. Por encima de esta capa se aplica maquillaje profesional, «similar al que utilizan en televisión», continúa. Según el experto, un maquillaje común no sirve porque el frío de las cámaras deja la piel grasienta. Aunque el maletín del tanatopractor recuerda al de un esteticista, algunos productos son específicos de la funeraria y los compra a distribuidores especiales, como los conservantes, anticoagulantes o la carne artificial, que se utiliza para rellenos

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Ricardo Díaz
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Mujeres Maltratadoras



A todos los maridos desdichados,
ignorados y discriminados.




El tabú silenciado





Hombres maltratados!!! EN DONDE ?????





















Todos conocemos el grave problema del maltrato psicológico y físico de las mujeres por parte de muchos hombres. Sin embargo, hay también otra desgracia, extremadamente frecuente, que es la violencia psíquica (y también física) de la mujer contra el varón. Contra su pareja. Como ya existe abundante información sobre el primer tema, examinaremos aquí con algún detalle el segundo -un drama tabú-, a fin de obtener una visión más completa del maltrato doméstico. (1).

Es un hecho que, para desdicha de sí mismas y de quienes las rodean, numerosas mujeres se casan no tanto por amor a su pareja -y ni siquiera desde un amor al hombre en general o con suficiente aptitud para la convivencia o la maternidad-, cuanto por motivos neuróticos o conveniencia práctica (necesidad de huir de su familia, soledad, embarazo no deseado, interés económico, imitación o presión social, etc.) (2). Es fácil entender que, desde tales premisas, tras las primeras semanas de romance y en cuanto la mujer "toma posesión" de su nueva situación de casada, muchas de ellas comenzarán a descargar sus amarguras inconscientes sin resolver contra su chivo más cercano: su marido. (Los hijos son víctimas propiciatorias aún más fáciles, pero éste es otro tema [9]). Comenzará así la pesadilla oculta de los hombres maltratados.

La conducta de estas mujeres es siempre la misma: culpan de forma exclusiva, desproporcionada y permanente a sus maridos de los problemas inherentes a toda convivencia, presentándose ellas mismas como las "víctimas" ajenas e inocentes de los siempre "graves" defectos de su pareja. No hay diálogo, no hay autocrítica, no hay humildad, no hay disculpas; la percepción de la mujer siempre es inequívoca y furiosa: "¡es por tu culpa, eres un egoísta, eres un inútil, eres un idiota, eres un desagradecido!", etc.; y desfoga contra él toda su rabia y su desprecio. Si el marido se muestra cariñoso: "¡eres un pesado, eres un crío, siempre estás con el sexo, sólo piensas en ti!", etc. Si se defiende hostilmente: "¡a mí no me hables así, qué te has creído, te denunciaré!", etc. Si se repliega para protegerse: "¡sólo vas a lo tuyo, me tienes abandonada, nunca me has querido", etc. Y si el hombre, demasiado inmaduro y dependiente de la figura femenina -su fantasía maternal y sexual-, renuncia definitivamente a sí mismo y se somete patológicamente a su mujer, entonces ella aún lo desprecia más: "¡eres un blando, un inepto, un calzonazos, me das asco!" De modo que, haga él lo que haga, ella siempre encontrará la manera de deformar la realidad para justificar su compulsiva necesidad de agredirlo y humillarlo. (3)

En los casos leves, estas mujeres son simplemente mandonas, exigentes, manipuladoras y desdeñosas con sus parejas(10). Cuando, en cambio, su narcisismo ya es patológico (p.ej., sufren un verdadero trastorno de personalidad, etc.), su violencia emocional resultará terrible (5), y también puede ser física (bofetadas, arañazos, patadas, golpes con objetos, amenaza con objetos punzantes o armas, etc.). Pero no suelen hacer nada para separarse de sus "odiadas" víctimas; ni tampoco renuncian a los bienes -dinero, lujos, prestigio social, amistades- que aquéllas puedan proporcionarle. Por otro lado, algunas de estas mujeres, aun pudiendo trabajar, no quieren hacerlo; o, si trabajan, guardan su dinero para sí mismas negándose a compartir los gastos domésticos. Argumentan que el marido debe mantenerlas en "justa compensación por lo mucho que sufren por su culpa", o porque "ya hacen bastante cuidando de la casa". Al margen del machismo implícito en tales excusas, vemos claramente que su pretensión de "lavar" con dinero los asuntos conyugales y neuróticos -o, digámoslo sin ambages, su afán de castigar o vengarse del marido beneficiándose de su dinero-, no evidencia sino su deseo inconsciente de vivir a sus expensas, es decir, de depender y explotarlo emocional y económicamente (4). Cuanto más dinero gana el hombre, más feroz puede ser dicha dependencia explotadora.

Ante semejante situación, muchos hombres buscarán consciente o inconscientemente el amor y el sexo en otra parte, es decir, tenderán a ser infieles. Cuando son descubiertos -lo que suele ocurrir, a veces porque ellos mismos buscan inadvertidamente el castigo que creen merecer-, la brutalidad se cierne sobre ellos. La esposa engañada, fuera de sí, gritará: "¡ajá, ya lo sabía yo, eres un cerdo, todos los hombres sois iguales, ¿quién es esa p...?, ¡ella se va a enterar!", etc.; y escenificará todo tipo de escándalos familiares y públicos, manipulará y se entrometerá en las vidas de terceros, etc. La exageración de su respuesta dependerá también de su educación, su familia y su clase sociocultural.

Ahora bien, ¿son los celos o el dolor ante el posible abandono lo que motiva estos estallidos, como ellas creen? En absoluto. Lo que sufren estas mujeres es la humillación insoportable de su narcisismo burlado, y la no menor frustración de haber perdido el control absoluto sobre la vida y la conducta de su marido. Éste no sólo ha escapado del redil -aunque sea brevemente-, sino que la otra mujer podría quitar a la esposa el cetro de su dominio patológico. Y si esto llegara a suceder, ¿cómo podría sobrevivir emocional y económicamente la maltratadora? Hay un fondo de terror yenvidia en la furia de la engañada. Llegada a este punto, puede reaccionar de dos maneras principales: o aumentará sus malos tratos contra el marido durante meses (por mucho que éste vuelva a su lado y se disculpe continuamente), o exigirá el divorcio inmediatamente. Ambas reacciones demuestran su nulo interés inconsciente por comprender y reparar el matrimonio. Los procesos legales de separación tenderán a ser extremadamente conflictivos, abusivos e incluso, a veces, con la alianza del prejuicio social -que hasta hoy ha favorecido a la mujer-, claramente injustos contra el varón.

Muchos hombres, naturalmente, no soportarán este infierno (6). Algunos buscarán alivio en el alcohol, las drogas, la prostitución, el trabajo o los amigos -dando así más pábulo a su mujer-, o desarrollarán trastornos psicológicos (depresión, problemas laborales y sociales, dificultades sexuales, etc.), sin atinar, desde luego, a divorciarse. Pese a sus tormentos, siguen siendo infantilmente dependientes de su verduga, a la que sienten inconscientemente como una madre justiciera que, en realidad, "suele tener razón y les da su merecido" (7). Son hombres inmaduros, depresivos, inhibidos, sin autoestima -aunque pueden tener gran éxito en lo profesional y social-, y sufren en secreto hasta que se sienten definitivamente confundidos, culpabilizados, anulados por la esposa. Ya no saben qué sienten, qué piensan, qué desean hacer ellos mismos -y no la voz dictadora- con su matrimonio y con su vida.

No les cabe esperar ninguna comprensión por parte de la sociedad, que contempla su problema con indiferencia, incredulidad o humor. Después de todo, ¿no es perfectamente normal -y muy "latina"- la relación entre la mujer "de carácter" y el pobre diablo sumiso? ¿No se explicaron siempre chistes e historias, e incluso se realizaron grandes obras de arte al respecto? Además, ¿no es cierto que es feo quejarse, y que "los hombres no lloran", y que "las mujeres son más sensibles y amorosas que los varones"? "Mientras la sangre no llegue al río".... Así, paradójicamente, tanto por prejuicios machistas como feministas el tormento emocional masculino, simplemente, "no existe".

El tabú de la mujer maltratadora no sólo es perjudicial para los hombres sino también, obviamente, para las propias mujeres, que jamás llegan a concienciar y resolver su neurosis. No son tiránicas porque sean "malvadas", sino porque nunca dejaron de ser niñas solitarias y desesperadas. Por muchas razones, casi siempre su infancia fue vacía, desdichada, llena de desamor e incluso malos tratos. Aunque cambiaran mil veces de marido, mil veces volverían a utilizarlo para exorcizar sus demonios, que sólo largas y costosas terapias podrían erradicar. Pero no las harán pues, en definitiva, ellas no tienen ningún motivo para cambiar; es el hombre quien paga -en este caso- el precio más caro. De modo que, en general, tendrá que ser sólo él quien, con ayuda de psicólogos y/o abogados, luche por su felicidad.


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Tercer Parcial 2010-3

Extremos infantiles

Para muchos, la infancia es una época de inocencia, protección y descubrimiento, pero no todos los niños tienen las mismas experiencias.
¿Permitiría usted que su hijo de tres años luchara en un cuadrilátero de boxeo por dinero?

¿Dejaría que sus hijos se corten con navajas para probar su devoción religiosa?

¿Y toleraría que su hijo de cinco años siguiese mamando a pesar de estar en edad escolar?
Estos son casos que muestra la niñez en sus aspectos más peligrosos y chocantes: los tabúes infantiles.
Jon Sistiaga: Niños, guerreros y zombies

Jon Sistiaga viaja hasta Tailandia para hablarnos de tatuajesmágicos y de explotación infantil de millares de niños obligados por sus padres a pelear en combates de boxeo tailandes




Oak vive en una chabola de las afueras de Bangkok, tiene seis años, no es mal estudiante, hace deporte todas las tardes en un gimnasio, y un par de veces al mes le parte la cara a otro niño sobre un ring de boxeo por una bolsa de 15 euros... Cada año, 20.000 críos tailandeses de seis, siete u ocho años, se suben a un cuadrilátero de Muai Thai, el deporte nacional, un tipo de lucha en la que se puede golpear con puños, codos, rodillas y pies. Cada año, cientos de estos niños ingresan en centros hospitalarios con comas cerebrales o magulladuras por todo el cuerpo.

Organizaciones de derechos humanos han conseguido que el gobierno de Tailandia eleve a los 15 años la edad mínima a la que un niño puede empezar a pelear, pero este reportaje de Cuatro demuestra que en el interior del país, en las fiestas de los pueblos, no se es tan escrupuloso con la legalidad. La cámara de Jon Sistiaga nos enseña cómo las mafias de las apuestas utilizan críos cada vez más jóvenes, para aumentar así el margen de sus ganancias. Cómo entrenadores sin escrúpulos aceptan que sus pupilos sean machacados por niños más mayores o más fuertes, con tal de no perder el dinero de esa velada. Cómo muchos padres gritan y animan enardecidos durante la pelea para que sus hijos noqueen al contrario, porque esa victoria supone la mitad de su salario mensual.

Niños que hablan de "pulverizar al enemigo", que se concentran para conseguir dar el golpe seco que desnuque al otro crío, que solo piensan en llegar a las grandes competiciones nacionales y ser una gran figura del "Muai Thai". Sólo uno de cada mil peleará en los grandes estadios y se hará rico, pero el sueño de muchas familias de desheredados en Tailandia es tener un campeón en la familia que les saque de pobres...

El reportaje de Cuatro 'Niños, guerreros y zombies' muestra también el rito del Wai Krug, una extravagante, caótica, turbadora y peligrosa ceremonia, en la que miles de hombres, la mayoría de ellos mafiosos y delincuentes, entran en trance, y son poseídos por los espíritus de los animales que llevan tatuados a sus espaldas.

El monasterio de Wat Bang Prah es famoso por los supuestos tatuajes mágicos que realizan sus monjes y que, según dicen, repelen las balas o cicatrizan los navajazos. La mayoría de los que acuden allí son miembros del submundo delincuencial tailandés, aunque también hay soldados y policías. Los tigres, monos o serpientes que llevan dibujados representan a su vez a divinidades del santoral budista e hinduista, y son como una especie de signo de pertenencia a un grupo de elegidos. Todos ellos se juntan una vez al año para recargar el poder mágico de sus tatuajes, y ese día, entran en una especie de trance colectivo. Jon Sistiaga esquiva como puede una estampida humana de miles de personas que, como si de una película de zombies se tratara, corren desaforados para todos los lados, gritando y lanzando mordiscos y zarpazos.


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Tercer Parcial 2010-3

SIDA en adultos mayores, un tabú que aún persiste


El aumento del consumo de potenciadores sexuales (la marca comercial más conocida, el Viagra) permitieron a los adultos y adultas mayores prolongar la vida sexual activa, pero la falta de conciencia en la importancia del uso del preservativo sumado a las pocas o nulas campañas de prevención destinadas al sector y la poca indagación sobre la actividad sexual por parte de los médicos de cabecera son algunas de las posibles causas que hicieron subir los índices de contagios de enfermedades de transmisión sexual, como el VIH-SIDA.
Por NATALIA MUÑIZ
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29-11-2010

Las últimas cifras anunciadas por el Ministerio de Salud de la Nación advirtieron un aumento sostenido de infecciones de VIH en mayores de 50 años. En 2001, los casos diagnosticados en este grupo etario llegaban al 7 por ciento; en 2008, trepaban casi al doble: el 12 por ciento. Y, entre las vías de transmisión están en primer lugar las relaciones heterosexuales sin protección.

Este alza se debe a varios factores:
* Hubo mejoras en los sistemas de estadística.
* Los tratamientos antirretrovirales prolongaron la expectativa de la vida de las personas infectadas con VIH, quienes llegan a la vejez.
* La generalización del uso de fármacos para lograr una erección mejoró la vida sexual en las personas mayores; pero no estuvo acompañada por una sexualidad responsable: con el uso del preservativo al mantener relaciones con parejas nuevas, ocasionales, amantes y/o con trabajadoras/es sexuales, y tanto homo como heterosexuales.
* Escasez de campañas de prevención sobre VIH-SIDA destinada a los adultos/as mayores y de jornadas y talleres de educación sexual, que podrían recorrer los centros de jubilados/as y pensionados/as, las colonias recreativas y culturales, entre otros lugares de encuentro. Además es un tema demandado en los centros, que a veces puede comenzar con una broma, pero luego se convierte en una charla de conversación, quedando ese interés por saber más o por alguna explicación de parte de profesionales. Si bien hay que aclarar que en algunas zonas se realizan estas jornadas, aún no son extensivas a todos los centros y lugares que las requieren.


“El mayor problema es que no se piensa el VIH en los adultos/as mayores. Ni ellos/as mismos se consideran factor de riesgo ni los profesionales de la salud, quienes no indagan sobre la vida sexual de sus pacientes; por lo que el diagnóstico termina siendo tardío”, remarcó la médica geriatra Andrea Cassi, cabecera del distrito III de PAMI, de la Ciudad de Buenos Aires.
Los frentes

Cassi realizó en 2004 la tesis “VIH-SIDA en gerontes. Una mirada reflexiva”, para el Curso Superior Bienal de Especialistas en Medicina Geriátrica, de la Sociedad Argentina de Gerontología y Geriatría (SAGG). “Soy una médica que pregunto mucho y había notado un aumento de pacientes (adultos/as mayores) con enfermedades de transmisión sexual, como hepatitis B, HPV, herpes genital, y ahí empecé a investigar qué pasaba con el VIH en la tercera edad y me encontré con un porcentaje importante”, comentó a este Diario en víspera de conmemorarse, el próximo miércoles, el “Día Internacional de la Lucha contra el SIDA”.

“No hay campañas serias de prevención ni educación sexual para la tercera edad”, destacó, y apuntó que “tampoco los médicos -incluso los cirujanos- toman conciencia que un adulto/a mayor puede tener VIH”.

Al respecto, la profesional señaló que “en Geriatría hay dos frentes:
* “El/la paciente que puede contagiarse, por lo que hay que hacer un trabajo de prevención (educación para una sexualidad responsable con el uso del preservativo, entre otros puntos).
* “El paciente que llega a viejo/a con VIH, que es seropositivo y (gracias a los tratamientos antirretrovirales) nunca desarrolló la enfermedad pero puede contagiar”, por lo que también hay que realizar todo un trabajo de prevención “porque esa persona va al dentista y nadie le pregunta sobre VIH, se opera y el cirujano tampoco piensa en la posibilidad de VIH en una persona mayor”.

Al respecto recordó que en su trabajo de investigación realizó encuestas anónimas a 150 médicos/as y entre los resultados se destacó que el “69,5 por ciento de los médicos/as no pregunta sobre sexualidad” a sus pacientes mayores, cuando “esa indagación es el principio de todo porque se pueden detectar conductas de riesgo” y educar para vivir una sexualidad plena y sin riesgos.

También realizó encuestas a 200 personas de 60 años y más y obtuvo que el “75 por ciento de los hombres y el 40 por ciento de las mujeres eran sexualmente activos/as”.

“No se piensa como posible”
Frente a la pregunta si algunos síntomas de la enfermedad de SIDA suelen ser confundidos con otras enfermedades asociadas generalmente al proceso del envejecimiento, la geriatra respondió: “Sí, una cosa es si el SIDA debuta con una expresión propia de la enfermedad; pero otra cosa es, por ejemplo, si la persona tiene un trastorno cognitivo, puede ser un VIH que está pasando a ser SIDA, y sin embargo ningún profesional en el estudio de un trastorno cognitivo pide análisis sobre VIH”.

“Otro ejemplo, un adulto/a mayor puede debutar con un síndrome confusional agudo y demencial, y tampoco ningún profesional piensa en un posible VIH”, explicó.

“La base es que partimos de un problema más grave: el adulto/a mayor no se pregunta por su sexualidad, no tiene educación sexual; y los médicos tampoco indagan, por lo cual no pueden medir el riesgo del/la paciente, y esto tiene que ver con un entrenamiento médico. Al preguntar en el consultorio, quizá la persona mayor responde que es viudo/a, no se contacta con nadie, hace veinte años que no tiene relaciones sexuales; pero hay gente de 70 años y más que tiene vida sexual y eso salta cuando se le pregunta si es activo/a, con quién y si usa condón”. En este punto señaló la importancia de las campañas de prevención y de los talleres en sexualidad para adultos y adultas mayores “para vivir una sexualidad plena, pero con toma de conciencia” en la protección.


Nombre:
Ricardo Diaz
Asignatura:
Circuitos de Alta Frecuencia
Fuentes:
Blog:
Parcial:
Tercer Parcial 2010-3